Hace alrededor de 500 años, cuando desde China se exportó a Japón la práctica de colocar árboles silvestres en recipientes, y fue allí en Japón, donde se convirtió en una forma de arte posteriormente desarrollada bajo la influencia del budismo Zen japonés durante varios cientos de años. La palabra bonsái es un término japonés que, traducido significa “árbol en una maceta”.
Son multitud los aficionados a esta técnica cuyo objetivo final es representar de la forma más realista posible esa parte de la naturaleza que son los árboles. Los bonsáis no son plantas enanas, ni plantas especiales para este fin, casi la totalidad de especies arbóreas podemos convertirlas en bonsái. Por esta razón, el bonsái debemos tratarlo como lo que es, al exterior donde como cualquier árbol seguirá las fases normales de las estaciones, floreciendo, fructificando y perdiendo las hojas. Recordemos que las plantas han evolucionado durante miles de años para sacar partido de la luz solar, el viento, la lluvia y los cambios estacionales.
Hay unas pocas especies que pueden soportar el cultivo en interior. Estos lo harán durante cortos periodos de tiempo y se tratará de especies tropicales que necesitan protección frente al frío del invierno, pero que una vez la amenaza de heladas primaverales ha pasado debemos ubicarlos en el exterior.
Comenzar un bonsai
Lo importante para empezar a cultivar bonsáis y no desanimarse por los resultados, es elegir bien la especie a reproducir. En el Centro de jardinería en Valencia, Albogarden podemos encontrar ese ejemplar pequeño adaptado a nuestro clima para ir aprendiendo las distintas técnicas y cuidados.
Somos expertos en la técnica del bonsái y sabemos que hay que prestar atención a las características del sustrato, ya que una mala elección puede acarrearnos problemas muy graves para la planta derivados de un exceso de humedad, salinidad, etc. También el contenedor es importante, por eso podemos asesorarte para que comiences desde cero si lo prefieres.
Bonsáis para regalar
Y si ya quieres comenzar por uno que ya está creado, y seguir en su formación, en nuestra sección de Bonsáis encontrarás un amplio y seleccionado surtido, compuesto por las especies más adecuadas para esta zona climática y que muchos de nuestros clientes utilizan a la hora de hacer un regalo.
Un concepto importante que el principiante debe entender cuando se incorpora al arte del bonsái, es que la planta mantiene su pequeña estatura mediante la poda regular, sin la cual continuaría creciendo hasta convertirse en el árbol que es.
Para controlar el bonsái y darle la forma deseada hay que podarlo de forma regular como hemos dicho anteriormente. Normalmente se hace con el índice y el pulgar, pero a veces necesitaremos de una tijeras especiales para ello, de alambres para guiarlo, de un plan de abonado, debemos controlar también su sanidad, ahí también en Albogarden te podemos asesorar. También la poda de raíces es importante, con ello no enanizas la planta como muchos creen. Si no se podan las raíces se convierten en un ovillo enredado por toda la maceta, perdiendo parte de su salud y vigor. Por lo menos cada dos años hay que realizar esta operación, podar como 1/3 de sus raíces, trasplantarlo a un recipiente con la escala adecuada incorporando sustrato nuevo lo que le proporciona espacio para que crezcan nuevas raíces y siga desarrollándose.
En Albogarden recomendamos a la hora de introducirse en esta técnica, que se observe y se intente replicar ese árbol de manera que tanto él como quien lo cuida puedan sentir que realmente existe en lo profundo de un valle o en la ladera de una montaña.