En este caso exponemos las normativas para los huertos urbanos en la ciudad, en terrazas y balcones

En muchas ocasiones se nos olvida que los balcones y las terrazas forman parte de la vivienda, del hogar. Cualquier terraza puede transformarse en un auténtico huerto urbano, cualquier balcón puede ser un lugar donde cultivar hortalizas, aunque debemos saber que existen unas normas que hay que seguir, a las que después podemos enriquecer con detalles personales.

Son similares las normativas que existen para el huerto urbano que para tener plantas ornamentales en las terrazas o balcones. Con la salvedad de que debemos de añadir las que hacen referencia a la sanidad vegetal, ya que todo lo de un huerto urbano terminará formando parte de deliciosos platos en nuestra mesa…, nos lo vamos a comer.

A tener en cuenta:

• Consultar las normativas para el huerto urbano de la ciudad

Las ordenanzas locales las regulan por ley. Incluso estas normativas, según las zonas de una misma ciudad (zona residencial, zona peatonal, casco antiguo, etc.) pueden variar notablemente. La normativa es competencia de las diferentes comunidades autónomas, y en la mayoría de comunidades se aboga por la correcta convivencia entre los vecinos, por lo que siempre que no se modifiquen los elementos arquitectónicos o estructurales del edificio, está permitida la instalación de plantas y hortalizas en los balcones.

• Consultar las normativas para el huerto urbano de la copropiedad de vecinos

Los diferentes elementos que se utilizan a veces modifican las fachadas de los edificios, lo que es motivo de altercado en la mayoría de las comunidades de vecinos. La discusión se genera en torno a la seguridad y la estética de la fachada. Por eso existen normativas en las comunidades de vecinos que hay que seguir para una buena convivencia y estas pueden ser distintas a las del servicio de urbanismo de la ciudad.

Aunque es muy positivo disfrutar de plantas y hortalizas, recordemos que hay que regar, hay un peso de los materiales, incide en la estética de la fachada, etc. A tener claro que aunque la comunidad tenga un seguro civil para cubrir los daños comunes, este seguro no intervendría en el caso de que una maceta se desprenda y provoque un daño físico o material.

• Sobrecarga de balcones y terrazas

Para poder disfrutar de un huerto urbano, necesitaremos utilizar recipientes más grandes, con mayor volumen de sustrato, lo que incide en el peso que debe soportar el balcón o la terraza. Como principio, por metro cuadrado no debemos tener pesos superiores a los 200 kilos.

Consultar las características técnicas con un arquitecto que revise las instalaciones del edificio y materiales del huerto, no está de más. Disponer de un documento que atestigüe que está todo en orden, es ideal, ante dudas.

• Permisos de acondicionamiento de obras

Si deseamos colocar celosías, mamparas, pérgolas o estructuras de guiado de las plantas, es recomendable pasar por el Ayuntamiento por si hay que pedir los permisos pertinentes para evitar posibles problemas en un futuro, ya sea con la administración e incluso con los propios vecinos.

• Recogida de agua

Este tema sí que es importante. Debemos disponer para el sobrante del agua de riego, de un eficaz sistema de recogida de agua. A saber que el agua sobrante suele arrastrar partículas de sustrato, de abonos, con la consecuencia de que puede manchar a transeúntes, los toldos de los vecinos de abajo o los automóviles aparcados en la calle.

• Horario de riego

Si tenemos el aspecto anterior en cuenta y disponemos de un sistema de recogida de agua eficaz, podemos regar a cualquier hora del día.
Se aconseja regar a primeras horas de la mañana o al anochecer, pero todo lo contrario, al medio día es, una de las mejores horas porque la humedad del propio riego refresca el lugar.

• Tratamientos fitosanitarios y plazo de seguridad

Nos veremos en ocasiones con la necesidad de combatir alguna que otra plaga o enfermedad en nuestras hortícolas, por lo que si no tenemos un huerto urbano ecológico, utilizaremos insecticidas o fungicidas tradicionales, que nos obligarán a respetar tanto la dosis como los plazos de seguridad, como garantía para comer los frutos sin resto de estos productos fitosanitarios.