Comúnmente se la llama Lobelia a esta alegre planta anual que en ciertos climas puede comportarse también, aunque de vida corta como perenne. Es originaria de Sudáfrica y su nombre científico es Lobelia erinus, perteneciente a la familia de las Lobeliaceae.

Características de la Lobelia erinus

Se trata de una planta muy ramificada aunque pequeña que puede alcanzar los 20 cm. de altura, aunque su belleza está en maceta como planta colgante, siendo el formato más popular. También en jardineras, muretes, rocallas y combinadas en parterres con otras plantas de mayor tamaño que también florecen en primavera, estará perfecta aportando su color y belleza.

Sus hojas son estrechas y alargadas, escasamente ovaladas y dentadas de color verde oscuro a menudo teñidas de tonalidades púrpura. Sus flores asimétricas las cubren totalmente conformando una auténtica alfombra floral que produce en las personas un efecto calmante.

La pequeña flor puede ser simple o doble. Posee en el centro una mancha blanca y cinco lóbulos, siendo los tres de abajo algo más grandes. La floración comienza en primavera y suele prolongarse hasta la llegada del frío, es continua apareciendo amplias masas de pequeñas flores, que las podemos encontrar sobre todo en matices de azul, pero también en blanco, malva, púrpura o carmín.

Cuidados de la Lobelia erinus

La Lobelia erinus tiene una buena tolerancia a cualquier tipo de clima, aunque prefiere el húmedo. Su ubicación a pleno sol es la ideal aunque tolera la media sombra. En cuanto a temperatura es con las primeras heladas cuando comenzará a estropearse si no la tenemos protegida.

Durante su crecimiento el riego debe ser moderado y en su etapa adulta abundante. Debemos con el calor asegurarnos que no le falta agua, pues se deshidrata con facilidad y tiende a marchitarse. Regar siempre por abajo evitando mojar el follaje y las flores. Para obtener abundante floración debemos abonar la planta cada 15 días a partir de junio. Si podamos los brotes tras la floración, la obligaremos a florecer de nuevo. Es de las pocas plantas que estando en floración admiten bien el trasplante.

En su estado natural la Lobelia erinus está considerada como una planta venenosa, aunque tiene usos medicinales y era utilizada ya por los aborígenes americanos y hoy en día por la farmacología por sus principios activos que tratan la otitis, la fiebre, las indigestiones y diversos tipos de cáncer, entre otras dolencias y enfermedades.

Entre las plagas que las pueden atacar, si el ambiente es seco se verán afectadas por ácaros. También los caracoles pueden invadirla. Y en cuanto a enfermedades sería la Roya la que podría aparecer en los ejemplares más viejos cultivados como perennes.

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