Plantas de pensamientos
Las plantas de pensamientos son de las más populares del invierno. Con ellas podemos crear alegres zonas de color tanto en nuestro jardín como en el balcón y terraza mediante jardineras.
Las plantas de pensamientos aportan un toque de alegría en una época en el que el color se agradece.
En nuestro Centro de Jardinería en Valencia Albogarden, puedes encontrar dos tipos de plantas de pensamientos. Os recomendamos que los tengáis en cuenta, porque aunque pasan muchas veces desapercibidos por su gran similitud, ornamentalmente poseen notables diferencias.
Por una parte están los pensamientos que podemos catalogar de tradicionales. Nos referimos a la Viola wittrockiana. Son plantas que crecen más bien compactas y su principal atractivo reside en el tamaño y bello colorido de sus flores. El abanico de color es impresionante ya que pueden ser puros o en imaginativas combinaciones armoniosas.
Por otra parte está la Viola cornuta, de flores más pequeñas pero muy abundantes. Crece extendiéndose más sobre el suelo que la V. wittrockiana, hasta tal extremo que en jardineras puede llegar a adoptar un cierto porte colgante. Su gana de colores no es tan extensa pero lo compensa con la cantidad.
¡Una flor de pensamiento en la ensalada! Sí, la flor de la Viola cornuta es comestible. Su delicadeza, forma, colorido, ligero aroma y capacidad de ser comestible, hacen de esta flor una clásica en la ‘alta cocina’.
En su conjunto, el colorido y la gran resistencia de las plantas de pensamientos, las hacen ideales para decorar mediante pequeñas o grandes ‘manchas de color’ los jardines y jardineras. Incluso simplemente como planta aislada sobre una mesa.
Cuando se plantan en grupo creando parterres, la apreciación del color es global, reinando el que predomina en los pétalos mayores. Pero cuando nos acercamos, observamos la gran riqueza en matices que nos aportan las flores de pensamientos. Hasta el extremo que en ocasiones nos parecen rostros con una graciosa mirada.
Cuidados de las plantas de pensamientos.
El cultivo en el jardín debe realizarse en áreas soleadas y en un suelo fértil. Esta planta prefiere noches frescas y temperaturas moderadas durante el día. Un entorno con una temperatura cercana a los 18°C favorece su desarrollo óptimo.
El sustrato adecuado para su trasplante en jardineras es el de “sustrato universal” o “sustrato de plantación”. Si las plantamos en el jardín, es recomendable enriquecer la tierra con estos mismos sustratos, utilizando entre un 10 a un 30% en su mezcla en función de la calidad de la tierra.
El riego debe ser moderado y espaciado, procurando mantener el suelo siempre húmedo pero sin excesos. La fertilización puede iniciarse entre la tercera y cuarta semana después de su plantación, utilizando un fertilizante del tipo 18-12-24 diluido en el agua de riego, aplicando la dosis mínima recomendada por el fabricante, especialmente si los abonados son más frecuentes.
No requiere podas, solo la eliminación de flores y hojas secas para conservar su aspecto ornamental.
En cuanto a plagas, las más habituales son el pulgón y las orugas, que pueden controlarse fácilmente con insecticidas recomendados, preferiblemente ecológicos. Es importante tener precaución al utilizar estos productos para evitar el consumo de sus flores.
» Para obtener el mejor resultado, consulte a nuestro personal especializado de Albogarden.