A las plantas suculentas (término botánico), se las conoce también como plantas crasas. Su nombre viene del latín suculentus, ‘muy jugoso’ y por su adaptación a la sequía se dice de ellas que son los camellos del reino vegetal.
Se caracterizan por haber modificado algún órgano o parte de ella de forma que le permite el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas. Esto les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados y sobrevivir en entornos áridos y secos.
En estas plantas encontramos diferentes familias botánicas:
·· Crasuláceas
·· Euforbiáceas
·· Asclepidéaceas
·· Agaváceas
·· Cactáceas… Esta última es la familia más conocida como cactus y más numerosa.
Existen unas 10.000 especies suculentas muchas de ellas amenazadas y otras con restricciones geográficas. La familia de las cactáceas, las suculentas más conocidas, comprenden unas 2.500 especies, con más de 150 géneros conocidos. Sumando variedades e híbridos podríamos estar hablando de más de 10.000 formas diferentes de cactáceas, como veis todo UN MUNDO.
Si hablamos de plantas suculentas, que recordemos NO SON CACTUS, hay catalogadas más de 8.000 especies diferentes entre las que encontramos: Ágaves, Aloes, Carpobrotus, Cheiridopsis, Crássulas, Delospermas, Euphorbias, Lithops, Mesems,… identificarlos con precisión, requiere estudio y tiempo, pero es sumamente interesante y tiene muchos adeptos.
Cactus
El mejor ejemplo de suculentas sin hojas son las cactáceas. Los cactus tienen un rasgo que los diferencia respecto a otras suculentas: sus areolas, los órganos desde donde brotan espinas y flores.
En muchos escritos se dice que las espinas de los cactus son hojas modificadas que tuvieron que evolucionar para hacer frente a la adversidad de su hábitat y a los animales sedientos. Las espinas les crean un microclima que favorece la condensación del rocío y este así baja por el tallo hasta el suelo donde es absorbido por las raíces.
Cactus injertados
Los cactus injertados están compuestos por plantas compatibles entre sí y o bien deben ser del mismo género botánico o especies muy cercanas. El objetivo es que vivan y se desarrollen como una misma planta y no se produzcan rechazos entre las distintas especies durante un momento de su vida.
Además de conseguir una exótica curiosidad ornamental, los cactus injertados tienen una finalidad muy importante. Por ejemplo, en el caso de los cactus de colores (rojo, rosa, anaranjado o amarillo), suelen carecer de clorofila y por tanto, son incapaces de sobrevivir por sí mismos. Gracias a estar injertarlos sobre un pie o porta-injerto, tienen garantizado el suministro de alimento y por lo tanto poder vivir.
Colección de cactus y suculentas
Los cactus y las demás suculentas despliegan una gran variedad de tamaños y formas, de colores y texturas. Su floración suele ser breve pero es espectacular, con flores grandes de un brillante colorido.
Hay tanta variedad que en un clima cálido como el nuestro tenemos la posibilidad de crear unas rocallas ideales donde contrasten sus formas, texturas y colores. También en macetas individualmente lucen y visten cualquier espacio por muy pequeño que sea.
Sí, las crasas y los cactus, son una familia que siempre está de moda, y no es solo por cuestión de estética, su escasa exigencia de cuidados da unos espectaculares resultados, porque saben gestionar perfectamente los recursos de agua almacenándola durante largos periodos de tiempo.
Resultan ideales cultivarlos en solitario o juntos, creando preciosas combinaciones en recipientes de todo tipo, como macetas, cuencos, latas reutilizadas, materiales reciclados…
Nuestro centro dispone de toda una sección con una colección de cactus y suculentas a la venta en una amplia gama de recipientes que van desde pequeño diámetro a grandes ejemplares. Son cactus y suculentas, con los que puedes comenzar una bonita colección.