Abonar las plantas
Conoce los diferentes tipos de fertilizantes y abonos, los denominados nutrientes.
Para que las plantas se desarrollen bien, florezcan en cantidad y calidad, nos den buenos frutos y puedan resistir adversidades, nos demandan una serie de nutrientes. Nutrientes que debemos aportar de forma regular en forma de abonos o fertilizantes a ese sustrato que las sustenta.
El sustrato debe contar con una estructura y textura correctas. Por otra parte no necesitará lo mismo una planta que crezca en el suelo del jardín que una que lo haga en una maceta. Sobre los sustratos que se comercializan llevan incorporados nutrientes para un período de tiempo corto, por eso más o menos al mes del trasplante debemos comenzar a abonar. Y decimos abonar con atención, ya que tanto el exceso como la carencia tiene consecuencias para la plantas, consecuencias negativas, por eso es de suma importancia respetar siempre la dosis indicada por el fabricante y hacerlo en el momento adecuado.
Sobre la nutrición de nuestras plantas, debemos tener presente que las plantas necesitan grandes cantidades de lo que se llaman macronutrientes primarios para su desarrollo, que son tres: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), seguro que te suena eso de NPK. También y porque cada uno de estos elementos cumple una función diferente pero complementaria, una pequeña cantidad de macronutrientes secundarios como se denominan al magnesio, azufre y calcio y por último los llamados micronutrientes como son el hierro, cinc, cobre, boro, manganeso y molibdeno.
A saber de los nutrientes
- Las necesidades de nutrientes, en general están determinadas entre otros parámetros, por el tipo de planta, su tamaño y su ciclo biológico.
- Por su parte, la disponibilidad de los nutrientes que están presentes en el sustrato, está muy relacionada con el pH. El rango ideal, salvo algunas excepciones se sitúa entre un 5,5 a 6,5.
- En los envases de fertilizantes, verás etiquetado las formulaciones NPK que indican el porcentaje de los tres macronutrientes primarios que lleva, muchas veces seguidas de números que normalmente indican el porcentaje de magnesio y azufre.
Tipos de fertilizantes y abonos
En nuestro centro de jardinería encontrarás abonos y fertilizantes en distintas formas de presentación. Dentro de su formulación pueden intervenir sustancias exclusivamente de origen orgánico (bío), inorgánico, o una mezcla de las dos.
Enmiendas orgánicas
En especial mejoran la textura y estructura del suelo aumentando su esponjosidad y capacidad de retención de agua. Nos referimos al compost o mantillo. Son materia orgánica de origen vegetal y/o animal (humus de lombriz, estiércol de caballo, vaca u oveja) en descomposición. Según el grado de descomposición los nutrientes estarán disponibles antes o después.
A la hora de su aplicación tendremos en cuenta donde la vamos a incorporar:
— En huerto y jardín: Podemos aplicarlo en superficie o de fondo. Si lo hacemos de fondo, entrecavaremos la tierra y la mezclaremos con ella aprovechando las labores de labrado o coincidiendo con la poda de setos y rosales, habitualmente entre octubre y los meses de invierno. Con ello protegeremos las raíces de las heladas y mejoraremos el suelo.
— En macetas: Aquí simplemente espolvorearemos por encima poca cantidad de enmienda orgánica. Si la planta lo admite, es mejor un trasplante para que el sustrato renueve su estructura y textura.
— En la plantación de árboles y arbustos: En el momento de la plantación de arbustos y árboles en el suelo del jardín, mezclaríamos la enmienda orgánica con la tierra como mucho entre un tres y un cinco por ciento del volumen.
Granulados
En este caso el fertilizante se presenta en gránulos que se esparcen sobre la tierra o el sustrato. Los hay de liberación rápida, que liberan los nutrientes entre cuatro a seis semanas, y lenta que puede durar su liberación de tres a doce meses.
Este tipo de fertilizante se dispersa sobre la superficie del terreno o sustrato cubriéndolo un poco para que la humedad de cada riego los vaya disolviendo. En especial en macetas aplicaremos de forma escrupulosa la dosis indicada por el fabricante.
Solubles
Se trata de fertilizantes presentados en polvo para ser disueltos en el agua de riego. Son más potentes que los presentados en forma líquida, lo que exige extremar las precauciones con la dosis en especial en plantas pequeñas. Normalmente llevan dosificador.
Líquidos
La forma más cómoda de fertilizar las plantas, especialmente en macetas, ya sean de interior o de exterior, son los fertilizantes líquidos. Este tipo de fertilizante, son de efecto más rápido que los abonos orgánicos y fertilizantes sólidos y granulados y siempre se aplican diluidos en el agua de riego.
Según la planta y su ciclo este tipo de fertilizante se aplica cada siete a quince días, desde primavera hasta el otoño, bajando la frecuencia en el período estival y en invierno. Es en verano cuando las raíces de las plantas trabajan menos y el follaje lucha contra las altas temperaturas y en invierno las plantas están en reposo vegetativo.
Bastones y varitas fertilizantes
Este tipo de abono o fertilizante se podrían denominar de larga duración ya que cada varita puede abonar a la planta durante tres meses. Está indicado especialmente para las plantas que están en macetas.
Contienen los nutrientes necesarios para la planta, ayudando a que esta crezca sana, con buen color y cantidad de follaje y floración. También ayudan a que la planta incremente la resistencia a plagas y enfermedades.
Se aplica cada tres meses realizando una pequeña perforación en el sustrato, clavando la varita y regando a continuación. Según el diámetro de la maceta se pondrá un número de varitas necesarios para que sea efectivo: 10 cm (2), 14 cm (3), 20 cm (5) y 26 cm (8), sirva esta referencia como orientación.
En este artículo hemos hecho un repaso breve a los diferentes tipos de abonos y fertilizantes que existen en el mercado.
En nuestra amplia sección de farmacia vegetal, disponemos de todos ellos, enmiendas orgánicas, granulados, sólidos, líquidos, etc., de diferentes equilibrios y concentraciones, y también especiales para según qué tipo de plantas, para que sea cual sea el tipo puedas darle lo que necesita.